LIBROS DE ZEN
Es imposible definir Zen. Podemos saborearlo en la taza de té, percibir su aroma en el perfume a fuego de las hojas de otoño del incienso quemado en el Zendo (la sala de meditación), oírlo en el silencio del bosque y en el sonido de un shakuhachi soplado sin ser soplado, y escuchando atentamente a la distancia. Y también es posible, hasta cierto punto, percibirlo a través de las historias Zen.